06/10/10

¡Tengo trabajo!

Nos quejamos de lo que tenemos y de lo que no tenemos.... quien nos entiende??


¡Cuánta gente vive quejándose por su trabajo! Algunas de las frases que más repiten son:
Mi jefe es insoportable, son demasiadas horas, me queda lejos, no estoy conforme con mi salario, mis compañeros de trabajo son… (poco compañeros, entrometidos, mala onda, etc.), no me valoran lo suficiente, estoy demasiado calificado para las tareas que realizo, etc. etc.
¿Te sientes identificado? Si alguna vez te has topado con algún pensamiento de este tenor o similar, simplemente, es probable que no estés valorando todo lo bueno de tener un trabajo fijo. Gracias a él:
  • Ayudas a otras personas a obtener resultados.
  • Pagas tus cuentas
  • Adquieres lo que necesitas (comida, ropa, entretenimiento, etc.)
  • Puedes brindarles educación a tus hijos
  • Tienes acceso a profesionales de la salud
  • Planificas vacaciones
  • Tienes días y horarios de descanso que conoces de antemano, para disfrutar y planificar actividades con los seres que quieres.
Para mí, quejarse del trabajo que nos permite tener una vida digna es ver el vaso medio vacío. Pienso que estar agradecido, por el contrario, incide directamente en nuestro ánimo todas las mañanas y en cómo transcurrirán nuestras horas en las jornadas laborales. Si te concentras en todo lo bueno que te aporta tu empleo u ocupación, este cambio de actitud se verá reflejado en todas las áreas de tu vida. Inténtalo durante 48 horas, piensa al despertarte y durante el día en todo lo positivo que estás generando para ti y los tuyos, y luego cuéntame cómo te va.